Cuando nos referimos a esta frase estamos dando el énfasis que tiene la tesorería como algo vital para la propia subsistencia de la empresa. De la gestión de esta depende la habilidad que tendrá la compañía para atender las obligaciones de corto y largo plazo con proveedores, empleados y acreedores financieros en el tiempo y forma debidos y sin interrupciones en su ciclo de explotación ni necesidad de toma de decisiones drásticas como puede ser la venta de activos estratégicos.
Pero demos un paso atrás. Al analizar los estados financieros de una empresa solemos centrarnos en la cuenta de pérdidas y ganancias como el indicador de la buena marcha del negocio y dejamos de lado el estado de flujos de efectivo. Gran error, puesto que el hecho de que las magnitudes de la primera se basen en el principio del devengo y los niveles de subjetividad en su elaboración puedan ser muy elevados hace que la tengamos que analizar con pinzas. En su día ya comentamos en este blog la importancia de la contabilidad analítica como primer corrector de la cuenta de pérdidas y ganancias.
Podríais decirme que la caja es la suma del beneficio neto y las amortizaciones, pero aquí empiezan las pegas y eso sin añadir lo comentado en el párrafo precedente. Por ejemplo, ¿dónde medimos nuestra gestión de cobro de clientes? ¿Siguen siendo vendibles nuestros inventarios o han quedado obsoletos? Ya puedo decir que esta semana he arreglado el grifo de agua a mi vecina del primero y por ello he tenido unos ingresos de 50 eurillos, pero me despido de pagar el aperitivo con los amigos el fin de semana si aún no he cobrado.
Por todo ello es una herramienta vital para la empresa el estado de flujos de efectivo. Y dentro de este el de las actividades de explotación; esto es la pata importante de todo negocio, que comparamos con el beneficio neto. En vez de ventas, gastos y beneficios hablamos de cobros y pagos. ¿Somos capaces de generar suficiente caja de nuestra actividad? ¿Debemos endeudarnos o vender activos no corrientes para pagar las nóminas? Este seguimiento continuo de la caja se hace indispensable y es una herramienta clave de análisis de la gestión del ciclo de explotación.
Entiendo querido lector que estarás pensando ya en chiringuitos y playa, pero no descuides tu negocio. Cuenta con nosotros para ello.