Bueno, pues ya tenemos las cuentas del mes cerradas, revisadas y en perfecto orden. Todos los saldos de clientes y proveedores están cuadrados, lo cual viendo cómo se hacían las cosas hace tiempo es un auténtico milagro; las periodificaciones en orden y la cuenta 555 más limpia que una patena. Entonces, desde el punto de vista de la contabilidad, ¿todo en orden? ¿Puedo decir que conozco a fondo los números de mi empresa?
¿La verdad? Sí y no. Cumples con la base fundamental que es tener una contabilidad financiera que refleje la imagen fiel de la empresa; pero hay que exprimirla y tratar de sacarle todo el jugo posible. ¿Y cómo hacerlo? A través de la contabilidad analítica.
La contabilidad analítica pretende obtener un desglose exhaustivo de todos los elementos de la cuenta de pérdidas y ganancias elaborada a partir de la contabilidad financiera. Lo que buscamos es imputar a los productos que la empresa vende todos los costes variables o semivariables en los que esta ha incurrido.
De esta manera conoceremos de forma detallada los márgenes individualizados por producto, lo cual nos ayudará a acertar en la toma de decisiones de gestión vitales para maximizar los márgenes y la rentabilidad de la empresa.
Para realizar una buena contabilidad analítica debemos estudiar todos los ítems de costos de la empresa y determinar cuáles se pueden imputar al producto y cuáles no. Es interesante tratar de imputar todos aquellos costes que podamos, pero siempre con un sentido. De esta manera minimizamos la estructura de la empresa; esto es, aquellos costes que no tienen relación con las ventas.
Cuando pensamos en una start-up esto resulta clave, ya que uno de los principales problemas con los que una buena idea y su desarrollo choca se da al engordar la estructura del negocio sin conocer a fondo cuánto deben incrementar las ventas por euro añadido.
¿Listo para dar un paso más en el camino? No lo dudes, ponte en contacto con SOCO finance HUB y te ayudaremos. Estoy seguro que tu empresa y tú lo notaréis.
