Una imposición a plazo es un producto financiero por el que una persona física o jurídica (empresa) presta una determinada cantidad de dinero a una entidad financiera durante un periodo de tiempo establecido.
Transcurrido el plazo de tiempo fijado, la entidad financiera devuelve el principal que recibió prestado más los intereses fijados. Estos intereses pueden ser abonados íntegramente al finalizar el plazo o de forma periódica: mensual, trimestral, semestral, anual, en cuenta corriente distinta a la de la imposición a plazo.
[Fuente: ElEconomista.es]
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